La Revuelta de los Azharitas: Un brote de descontento religioso y social en la sociedad egipcia del siglo XVII

El siglo XVII presenció un período turbulento en la historia de Egipto, marcado por intrigas políticas, tensiones económicas y una creciente frustración entre las masas. Entre estos desafíos surgió la Revuelta de los Azharitas, un levantamiento que, aunque relativamente breve, arrojó luz sobre las profundas divisiones sociales y religiosas que azotaban al país.
La revuelta se desencadenó en 1635, impulsada por una combinación de factores que habían estado fermentando durante años. Por un lado, la élite gobernante mameluca, que había dominado Egipto desde el siglo XIII, enfrentaba críticas crecientes por su corrupción y extravagancia. La carga impositiva sobre la población campesina se había incrementado considerablemente para financiar las ambiciones militares y los lujos del establishment mameluco. Esta situación generaba un descontento generalizado, especialmente entre los sectores más pobres de la sociedad.
Por otro lado, el dominio otomano sobre Egipto, que databa de principios del siglo XVI, también era motivo de resentimiento. Si bien los sultanes otomanos habían prometido inicialmente proteger a los egipcios y preservar sus tradiciones, muchos veían la administración otomana como ajena y opresora.
La chispa que encendió la revuelta fue la decisión del gobernador otomano de Egipto, Kara Mustafa Pasha, de imponer nuevos impuestos sobre las mezquitas y las escuelas religiosas. Esta medida, percibida como un ataque directo a la fe islámica, enfureció a los líderes religiosos, especialmente a los eruditos de la Universidad de Al-Azhar en El Cairo, la institución educativa islámica más prestigiosa del mundo.
Los azharitas, liderados por el erudito Muhammad ibn Abd al-Karim al-Samani, convocaron a la población a resistirse a los impuestos y denunciaron la política otomana como impía y tiránica.
En respuesta a las protestas de los azharitas, Kara Mustafa Pasha intentó sofocar la revuelta con violencia. Sin embargo, el descontento popular se había extendido tanto que incluso algunos mamelucos desertaron de sus filas y se unieron a los rebeldes. La revuelta se extendió por Egipto, paralizando el comercio y el gobierno.
Finalmente, en 1636, tras meses de lucha, la revuelta fue aplastada por las tropas otomanas. Kara Mustafa Pasha fue ejecutado y su sucesor prometió revertir algunos de los impuestos impopulares. Sin embargo, las consecuencias de la Revuelta de los Azharitas fueron profundas y duraderas.
La revuelta expuso la fragilidad del dominio mameluco y la creciente oposición al control otomano en Egipto. Aunque la rebelión fue derrotada, plantó las semillas del descontento que contribuiría a futuras revueltas y cambios políticos en Egipto.
Además, la Revuelta de los Azharitas puso de manifiesto la importancia de la Universidad de Al-Azhar como centro de poder religioso e intelectual. Los azharitas demostraron su capacidad para movilizar a la población, desafiar al gobierno y defender sus intereses.
A continuación, se presenta una tabla que resume las causas y consecuencias de la Revuelta de los Azharitas:
Causas | Consecuencias |
---|---|
Aumento de la carga impositiva sobre la población campesina | Debilitamiento del dominio mameluco |
Corrupción y extravagancia de la élite gobernante | Mayor oposición al control otomano |
Percepción de que el gobierno otomano era ajeno e opresor | Afirmación del poder de la Universidad de Al-Azhar |
Imposición de nuevos impuestos sobre las mezquitas y escuelas religiosas | Creciente descontento entre la población egipcia |
La Revuelta de los Azharitas, aunque breve en duración, fue un evento significativo en la historia de Egipto.
En última instancia, aunque fracasó en sus objetivos inmediatos, este levantamiento ayudó a sembrar las semillas para futuros cambios políticos y sociales en Egipto. La rebelión demostró que incluso una sociedad aparentemente estable podía ser sacudida por la desigualdad económica, la opresión política y la indignación religiosa.
La historia de la Revuelta de los Azharitas nos recuerda que incluso los movimientos más pequeños pueden tener un impacto duradero y transformar la historia.